Santa Marta Julio 29

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB       

         

          Etimológicamente significa ”ama de casa, señorial, atractiva”. Viene de la lengua hebrea.

          Es precioso acercarse a personajes que conocieron directamente a Jesús y, en el caso de Marta, que fuera una de sus íntimas amigas.

          Era hermana de María y de Lázaro al que resucitó Jesús cuando llevaba ya en el sepulcro cuatro días. Pero para Dios nada hay imposible.

          Estos tres jóvenes vivían en una aldea, llamada Betania, que dista de Jerusalén unos siete kilómetros. Era una ruta que frecuentaba Jesús. Y como eran amigos, se detenía allá para saludarlos y comer juntos.

          Marta, que confiaba plenamente en Jesús, lo llamó cuando murió su hermano. Salió a su encuentro diciéndole que si hubiera estado allí su hermano no hubiera muerto.

          Y Jesús, que conocía su actividad, su nerviosismo e impaciencia, le dijo:<<Yo soy la resurrección y la vida...¿No crees esto?. Lo creo, Señor, respondió Marta>>.

          Y llena de  emoción por lo que había hecho con su hermano, se hizo aún más amiga de Cristo.

          Marta aparece tres veces en el Evangelio: en el banquete de Betania; cuando resucitó a su hermano y en la comida que le ofreció a Jesús poco antes de la Pascua.

          En  ambas comidas, es ella quien se ocupa de cocinar, de servir y de otras muchas cosas.

          Llegó incluso a quejarse a Jesús de que su hermana María no le ayudase en las tareas de casa.

          La respuesta de Jesús fue contundente y amable: <<Marta, Marta, pocas cosas son necesarias...Tu hermana ha elegido la mejor parte>>.

          Se quedó helada ante esta respuesta. Más tarde la pensó y se dio cuenta de que era verdad.

          Su hermana acogió a Jesús en casa, estuvo a su lado todo el tiempo, le dio conversación, le atendió en todas sus necesidades, se preocupó de su vida apostólica y de lo que le aguardaba en el futuro.

          La devoción a santa Marta comenzó con motivo de las Cruzadas. Ella es la activa y María la contemplativa. 

          ¡Felicidades a quienes lleven este nombre! 

“No es fuera, sino dentro, donde hace buen o mal tiempo”(P.M. Lamet).