Santa Inés de Montepulciano Abril 20

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa "inocente, pura". Viene del griego.

En la Toscana, cuna de tanto arte y luminosidad, de santos, artistas y esplendor para la Iglesia, nació esta joven singular.

Como la mayoría de la juventud de aquellos tiempos, se educó en un convento. La madre abadesa, al ver sus cualidades, le dijo:<<Inés ilustrará la religión con las mismas virtudes que la otra Inés, mártir romana>>.

Desde luego es un portento que el mismo Papa la nombrase abadesa cuando terminó de hacer sus votos de castidad, pobreza y obediencia en el convento de Orvieto. Contaba con tan sólo 18 años.

Si hay algo que destacar, entre muchas cosas, en esta joven religiosa es su íntima unión con el Señor. La fama de sus virtudes se extendió como un reguero de pólvora por todos aquellos contornos. Por eso, no es de extrañar que recibiera muchas visitas.

En una de estas visitas, alguien le presentó una idea original. En su pueblo natal había muchas mujeres dedicadas a la prostitución. La casa en que vivían debía convertirse en un convento. Y sin la menor duda, se lanzó a la fundación, a la que aplicaría la regla de san Agustín. Y lo que era un lugar de vicio, se convirtió en un lugar de oración. El vicio dio paso a jóvenes consagradas a Dios en virginidad.

Hizo que de la fuente que había allí, salieran aguas con propiedades curativas. Incluso en nuestros días se le sigue llamando "el agua de santa Inés".

Tenía las ideas claras as los 15 años. Una madurez inusitada para esta bella adolescente. Su maestra le invitó a que siguiera la vida conventual. El mismo Papa, una vez que llegó a abadesa , le permitió la fundación de varios conventos o comunidades religiosas en las que brillaba el diamante de la oración.

De su unión con Dios recibía muchos mensajes, éxtasis y milagros. Los fieles la invocaban con devoción pidiéndole las más variadas curaciones y gracias.

Cayó enferma a los 43 años. Tal día como hoy moría santamente en el año 1317.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

"Hay una pasión superior a todas, y es la satisfacción interior por el bien que hacemos a los demás" (R. Descartes).