San Roque, Agosto 16

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

                                

            Etimológicamente significa “grito de guerra, bramido”. Viene de la lengua alemana.

          Te encuentras hoy ante un joven que se distinguió por el amor a la aventura y a la peregrinación. Nació en Montpellier, Francia, hacia el 1200. De joven perdió a sus padres. Se quedó apenado.

          Pronto, no obstante, llamado por la inquietud que sentía en su corazón y por los impulsos del Espíritu Santo,  comenzó una nueva vida. Se fue en peregrinación a la ciudad eterna de Roma buscando consuelo espiritual.

          Antes de su partida, como un buen joven razonable, repartió sus bienes para quedar completamente libre de toda atadura. Una parte se la entregó a los pobres y necesitados y la otra fue para su tío.

          ¿ Cuál es la característica fundamental de san Roque?

          Si te acercas a una iglesia y ves su figura o a un museo, te darás cuenta en seguida de que lleva el hábito de peregrino, sombrero, bastón y calabaza de agua. Si te fijas en su pierna, verás una úlcera y un perro que lleva entre sus dientes un pan.

          Pero, aparte de esta descripción, lo más típico de Roque es que en sus peregrinaciones se paraba allá donde hubiera peste.

          Entonces se paraba y curaba a los enfermos de esta epidemia. Era un buen samaritano en el verdadero sentido de la palabra.

          El mismo, al volver a Plaisance, contrajo la peste, se fue solo a un bosque para no contaminar a nadie. Cada día llegaba un perro para llevarle el pan que cogía de la mesa de su dueño.

          Intrigado el amo, le siguió un día hasta el bosque en donde estaba el enfermo. Al verlo, se hizo su amigo íntimo.

          Se curó. Y cuando llegó a Montpellier, se desató una guerra civil. Su tío era por entonces el gobernador. Como ni siquiera lo reconoció, lo tomó por un espía. Mandó que lo encarcelaran y que lo dejaran morir de hambre.

Su abuelo lo identificó al ver la mancha de vino en forma de cruz que llevaba en su pecho desde su nacimiento. 

          ¡Felicidades a quienes lleven este nombre! 

“La envidia es la fiera que arruina la confianza, disipa la concordia, destruye la justicia y engorda toda especie de males” (San Agustín).