San Porfirio, Febrero 26

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa "de color porfirio". Viene de la lengua griega.

<<Tenía 30 años cuando lo conocí>>,escribió su amigo Marcos el Diácono que vivió con él todo ese tiempo.

<<Tenía un tumor incurable en el hígado, abandonó su cueva de anacoreta para ir a morir a Jerusalén. Yo mismo fui con él para ver los Santos Lugares, viviendo de mi trabajo de calígrafo>>.

Un día que iba a visitar el Santo Sepulcro, divisé a un monje encorvado, descarnado, de tez biliosa apoyado en un bastón, subía de mala formas la escalera del atrio.

Le ofrecí mi brazo para prestarle mi ayuda. A partir de ese instante, me convertí en su discípulo y nunca le abandoné.

Poco tiempo después me envió a Salónica a recoger la parte de la herencia que le pertenecía. Mi sorpresa fue enorme cuando a mi regreso – el que había dejado gravemente enfermo – lo encontré radiante de salud.

Me confió que, en un éxtasis en el Calvario, se le había aparecido Cristo con el buen ladrón y lo curaron.

Ordenado de sacerdote, Porfirio se encargó <<del bosque de la Cruz>> en el Calvario. Continuaba su trabajo porque era lo que daba para vivir.

En el 396, lo nombraron obispo de Gaza, una ciudad pagana y en la que los cristianos eran perseguidos. Mi maestro me envió a Constantinopla para presentar la queja. Gracias a san Juan Crisóstomo, me dieron un escrito mediante el cual se ordenaba que se destruyeran todos los santuarios paganos.

No se llevó a cabo. Porfirio fue personalmente a la corte imperial. Vimos a la emperatriz Eudoxia, que estaba embarazada. <<Dios le va a dar un hijo, le dijo el obispo. Si es verdad, no tendrá quejas contra mí>>, respondió ella.

Poco tiempo después se celebró el bautizo del pequeño príncipe. Ella nos envió a Gaza soldados que destruyeron los ocho templos que había allí. Uno de estos templos se transformó en la basílica eudoxiana. Porfirio murió el 26 de febrero del año 420.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"Cuando el dinero habla, la verdad calla" (Proverbio chino).