San Policarpo  Febrero 23

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

Etimológicamente significa “ abundante en frutos”. Viene de la lengua griega.

Este joven tuvo la inmensa fortuna de recibir la enseñanza evangélica del  propio apóstol san Juan Evangelista. También tuvo la ocasión de conversar con amigos que habían conocido al propio Jesús de Nazaret.

Con estos antecedentes, Policarpo se entregó de lleno a predicar el Evangelio tanto cuando fue obispo de Esmirna como cuando era un sencillo sacerdote.

Una  de sus primeras preocupaciones fue la unificación del día de la Pascua entre Oriente y Occidente. No fue posible y ni siquiera hoy se ha logrado resolver.

Fue él mismo quien salió a recibir al gran san Ignacio de  Antioquía cuando iba a se sacrificado en el anfiteatro romano. En señal de respeto besó hasta las propias cadenas con que llevaban atado a un pobre anciano.

No te olvides que estamos en el año 155, tiempo en el que se desató una persecución contra los cristianos.

El, ya muy mayor, se escondió hasta que la policía y los chivatos lo encontraron. Al despertarlo, dijo estas palabras:<<Hágase la santa voluntad de Dios>>.

En un gesto que le honra, mandó que le pusieran una buena cena a sus verdugos. Ante el gobernador sintió una fuerza increíble. Le dijo en su cara:<<Yo sólo reconozco como mi Señor a Jesucristo, el Hijo de Dios. Llevo ochenta y seis años sirviendo a Jesucristo y él nunca me ha fallado en nada. ¿Cómo le voy a fallar ahora. Seré siempre amigo de Cristo>>.

Indignado el gobernador y la chusma que gritaba, decretó que lo martirizaran al fuego.

Mientras rezaba a Dios, le dieron muerte tal día como hoy del año 155. Algunos cristianos recogieron algunos de sus huesos para venerarlos como un  tesoro valioso. 

¡Felicidades a quienes lleven  este nombre! 

“Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos; nunca el interés forjó uniones de larga duración” (Comte).