San Pedro de Alcantara Octubre 19

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa " piedra". Viene de la lengua hebrea.

En el pueblo llamado Alcántara, muy cerca de nosotros, en Extremadura, vino al mundo en 1499 el santo que, sin duda alguna, es considerado como uno de los más grandes místicos españoles.

Mientras que muchos de sus paisanos se habían marchado a América, él se quedó aquí para iniciar un descubrimiento muy importante, aunque en otra dimensión: la conquista de su santidad personal.

Cuando era todavía un adolescente, 16 años, entró en el convento franciscano para cursar sus estudios y su preparación para el sacerdocio.

Estudió Derecho en Salamanca. En esta bella ciudad de la cultura, percibió los defectos de que adolecía su Orden.

Y armado del valor que Dios concede a las almas generosas, emprendió la Reforma de la Orden de san Francisco de Asís. Había que fundar muchos conventos nuevos que tuvieran un aire distinto a los anteriores; conventos nuevos tanto en España como en América.

Lo de siempre: los religiosos le llaman el "loco", el santo pero con un atisbo de desprecio por querer introducir cambios en las Reglas franciscanas.

Los reticentes y acomodados se oponen de ordinario a que alguien venga con cambios y reformas. Esto ocurre en las familias, en la Iglesia y en todas las instituciones político – sociales.

Estaba en lucha continua consigo mismo y con los frailes de la oposición. El creía que estaba en la verdad, pero necesitaba la firma y la autorización de la más alta jerarquía eclesial.

Por eso se puso muy contento cuando el Papa Julio III aprobó la reforma que había llevado a cabo. Y no solamente el Papa sino que también el emperador Carlos V la aprobó y como una señal evidente de que estaba conforme, lo nombró su confesor durante el tiempo que estuvo en Yuste.

Santa Teresa de Avila, que lo conocía personalmente, dijo:<<Tenía 40 años y dormía sentado o de pie. Comía poco y hacía mucha oración. Estaba tan delgado que parecía hecho de raíces de árboles>>.

Murió en 1562 a los 73 años hincado de rodillas.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

"Mi amor reina en el padecimiento, triunfa en la humildad y goza en la unidad" (Santa Margarita María).