San Pedro Junio 29

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB          

         

          Etimológicamente  significa “ piedra, roca”. Viene de la lengua hebrea.

Estamos ante el primer Papa de la Iglesia, el hombre rudo y poco inteligente que siguió a Jesús tan de cerca que tuvo el honor de que lo nombrase su primer sucesor tras la Resurrección de su Maestro Jesús.

Impresiona ver sus restos en la Basílica de san Pedro. Es una señal clara de que la obra de Dios sigue viva en el mundo porque la impulsa el Espíritu de Jesús. Por más batallas y persecuciones contra ella, sigue vivita y coleando por toda la faz de la tierra.

¿Quién fue san Pedro?

Se sabe que murió el año 64. Fue el Jefe de los Apóstoles y de la Iglesia primitiva. Como su padre y su hermano Andrés, Simón Pedro era pescador. Cuando le llamó Jesús para ser su discípulo, le cambió el nombre por el de Pedro.

Cuando Jesús preguntó a sus discípulos que quién era él, Pedro le contestó:<< Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo>> Jesús le replicó:<< Tú eres piedra, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia>>.

Pedro fue uno de los discípulos más íntimos de Jesús. Estuvo con él en la Transfiguración y en el Huerto de Getsemaní poco antes de su muerte.

Después de ser detenido Jesús, tuvo miedo y lo negó por tres veces diciendo que no lo conocía.

Se arrepintió amargamente. Se le apareció después de su resurrección. En el lago de Galilea le pidió varias veces que cuidara de su “rebaño” cristiano como pastor.

Tal fue su transformación después de Pentescostés o Fiesta de la Venida del Espíritu Santo, que se lanzó por las calles y pueblos anunciando que Jesús había resucitado.

Al comienzo predicaba tan sólo a los judíos. Pero en Jafa Dios le reveló en un sueño especial que debía anunciar al Buena Nueva también a los no judíos. El rey  Herodes arrestó a Pedro. Se marchó a Roma. De aquí escribió dos cartas preciosas a los cristianos.

Durante la persecución de Nerón murió crucificado pero al revés de Jesús.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre! 

“No interesa que los alumnos aprendan filosofía, sino que aprendan a filosofar” ( Cabodevilla).