San Luis IX, Rey de Francia Agosto 25

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

          

Etimológicamente significa “guerrero ilustre”. Viene de la lengua alemana.

La clave de la vida de un creyente consiste en hacer la voluntad de Dios, reflejada en el Evangelio.

Nació al lado de París en 1214 y murió en Túnez en 1270. Le tocó subir al trono cuando contaba tan sólo con 12 años.

Tuvo una madre ejemplar, Blanca de Castilla. Fue la regente durante diez años.

 Lo casó con Margarita de Provenza y  tuvieron once hijos. Como suegra no fue Blanca muy dichosa que digamos.

Luis emprendió una cruzada en Palestina para derrocar al sultán de Egipto. Ganó la batalla e hizo prisionero al  jefe egipcio. Logró su libertad al año siguiente tras pagar un fuerte rescate.

A continuación visitó los Lugares Santos, restauró alguna plazas que tenían todavía los cristianos en Siria y volvió a Francia después de seis años de ausencia.

Era guapo, esbelto de estatura, con largos cabellos rubios, tenía el aire de un ángel y  unos ojos de paloma.

Dejó para la posteridad el recuerdo de un rey santo y muy querido de todo el mundo.

Trajo la paz interior a su país. Gobernó con sabiduría y prudencia, con firmeza y con ternura. La justicia fue el lema de los ciudadanos y el bienestar aumentó en todo el reino.

Fue terciario de san Francisco. Participaba cada día en la Misa cantada, rezaba todas las horas del Breviario – como hacen hoy muchos seglares, además de los consagrados – y distribuía d dos panes,  vino y un trozo de carne a 22 pobres.

La Cruzada estaba en su mente a cada instante. Por eso se embarcó para otra en 1270. Fue la octava y la última, pues murió de la peste cuatro semanas más tarde en Túnez. 

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

“Debe ser simple para ser cierto. Si no es simple, probablemente no podamos descifrarlo” (Einstein).