San Juan Gualberto, Julio 12

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

          Etimológicamente significa “Dios es misericordia” Viene de la lengua hebrea.

          Estamos ante uno de tantos hijos preclaros de la Orden de san Benito. Nacido en Florencia de una familia muy bien acomodada, tenía un hermano al que asesinaron de formal vil.

          Toda la rica herencia de los padres era para él. Un Viernes Santo encontró por la calle al asesino de su hermano. Mirando al Crucificado le dijo estas palabras: << Por amor a Cristo, te perdono>>.

          Fue cuando sintió de cerca que Dios lo llamaba a vivir en la vida religiosa. Se entregó con tal valentía a su trabajo, estudios y oración que bien pronto el mismo Dios le iluminaría la mente para que fundara conventos en los que se cumpliese con rigidez la Regla de san Benito.

          ¿Por qué hizo esto?

          Porque en aquella época reinaba la Simonía, es decir, la compra de cargos eclesiásticos mediante el dinero. Algún que otro religioso fue al obispo para que le diera el cargo de superior pagando previamente una cierta cantidad de dinero.

          Esta herejía hizo mucho daño a la Iglesia y a los mismos eclesiásticos. No todos son ejemplos  dignos de imitar en la larga vida de la Iglesia. Pero lo que importa es que, de una u otra forma, siempre ha salido, sale y saldrá airosa porque la guía el Espíritu de Jesús.

          Por eso Juan se entregó por completo a ir misionando de una parte para otra y hablando contra la Simonía.

          En muchos lugares le pedían que fundara conventos para que sus monjes le diesen una altura y  clase a la maltrecha moralidad.

          Mucha gente se convirtió cuando oyó hablar a Juan de las alegrías que produce la virtud y de lo mal que se sienten los que hacen el mal a los demás.

          También, entre los sacerdotes, se notó una reforma de sus costumbres. La herejía sufrió un fuerte varapalo con la predicación y el ejemplo de Guadalberto. Llevando una vida santa, murió el 12 de julio de 1073. 

          ¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

“A donde el corazón se inclina el pie camina” (Refrán castellano)