San Juan de Valumbrosa, Marzo 10

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa "Dios es misericordia". Viene de la lengua hebrea.

Abandónate. El Resucitado ha depositado en tu interior su confianza. El ofrece esta curación de los desgarrones que, en el Evangelio, se llama reconciliación. Sí, descansa en paz sólo en Dios. ¿Cómo podrías descubrir si no, lo que, día tras día, el coloca ante ti?

Este monje descubrió en su propia vida lo que son desgarrones por dedicarse a cosas que no estaban de acuerdo con la regla benedictina que profesó libremente.

Nació en Florencia y murió en el año 1380. La historia de Juan nos recuerda que tuvo muchas tentaciones, no sólo contra el sexo, sino también por sus lecturas continuas acerca de libros prohibidos. Todas estas lecturas le llevaron a la práctica de necromancia y de las Artes Negras.

Antes de que lo descubrieran, había ejercido el cargo de abad del monasterio.

Cuando lo sometieron a juicio, negó su pecado contra la humildad y la bondad de Dios.

Lo encarcelaron hasta que, finalmente, confesó sus pecados. Su encarcelamiento le hizo pensar mucho. Se consideró un pecador y culpable de cuanto había negado antes.

Desde este momento, se dedicó a hacer penitencia con severidad y una austeridad digna de encomio para los hermanos monjes.

Estos le rogaban de vez en cuando que volviera a la vida de comunidad.

El, sin embargo, prefería quedarse en la prisión como un anacoreta hasta que le llegase el instante de su muerte.

En su soledad alcanzó una gran santidad. Dedicaba su tiempo, además de a la plegaria y a la penitencia, a escribir hermosos libros.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"La nobleza de sangre es un accidente de fortuna; son las acciones nobles las que caracterizan al grande" (Goldoni).