San Joaquín y Santa Ana Julio 26

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

       

          Etimológicamente significan: Joaquín = “Dios dispondrá”; Ana = “bienhechora.” Vienen de la lengua hebrea.

          Si nos adentramos en la Biblia, no llegaremos a conocer a los padres de la Virgen María. No se habla de ellos. Sin embargo, si acudimos a tradiciones remotas nos dirán que su hija les vino por un verdadero milagro.

          Así por ejemplo, un santo de los primeros siglos de la vida de  la Iglesia – que tanto se vuelve a estudiar en la actualidad a través de los Santos Padres- ,nos dice que estos santos esposos, unidos siempre al Señor, dividían los pocos productos que recogían del campo en tres partes exactamente iguales.

          ¿Cómo hacían el reparto?

          Una parte estaba dedicada íntegramente para la ayuda del templo, en el cual se hacía la oración y se aprendía la Torah o Ley de Moisés, entregada por Dios en el monte Sinaí.

          La segunda parte se dedicaba por completo  para ayudar a los muchos pobres que había en su tiempo. Ya lo dijo el Señor: << Siempre tendréis pobres>>. La ambición, tanto ayer como hoy, constituye el motor que genera riqueza solamente para unos cuantos. Los pobres son cada vez más pobres a pesar de  hablar  tanto de la globalización en nuestros días.

          Como puedes ver a lo largo y ancho de estas reflexiones sobre el Santo de cada día, la urdimbre de su santidad ha consistido en la ayuda a la gente necesitada. Habrán cambiado las formas de llevar a cabo estas obras de caridad. Hoy se llaman ONG o casas de acogida, existentes en cada ciudad.

          Y la tercera parte iba destinada a las necesidades del hogar. No hay que tener mucho para vivir. Basta lo necesario para sentirse feliz. Quizá hoy día lo que hace a  mucha gente triste es que no les falta nada en lo material, pero en lo espiritual su economía está bajo mínimos, en rojo.

          Otras tradiciones cuentan que San Joaquín y santa Ana presentaron a su hija muy pequeña en el templo para que aprendiera muy bien todo el Antiguo Testamento. Desde el siglo VI empezó su culto. 

          ¡Felicidades a los que lleven estos nombres! 

“Huye de los elogios, pero trata de merecerlos” ( François Fenelon).