San Eugenio, Papa Julio 8

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

Etimológicamente significa “bien nacido”. Viene de la lengua griega.

En cada tiempo y momentos históricos, Dios pone al frente de la nave de la Iglesia al que mejor puede encauzarla por las sendas del bien.

Este monje cisterciense, muerto tal día como hoy del año 1153, no pensaba que llegaría a ser Papa. Estaba muy bien en su monasterio orando, escribiendo y trabajando.

Cuando el propio san Bernardo se enteró del hecho, escribió estas palabras:<<Su forma de ser está hecha de tal manera que le conviene más el retiro que no estar al mando de cosas grandes>>.

El Señor, sin embargo, se iba a valer de su personalidad para afrontar temas delicados.

¿En qué se distinguió?

Fue un Papa que llevó con tanta justicia la administración de  la Iglesia que, sin lugar a dudas, superó a todos los anteriores en el pontificado. Como buen monje, buscó un monasterio para ser coronado, en contra de la opinión del pueblo.

Animado por san Bernardo, comenzó a hacer reformas en la Iglesia y en la Curia romana. Trabajó con valentía en  la defensa de los cristianos contra la inminente invasión turca. Para ello organizó una Cruzada.

Además – y siguiendo con sus ideas de reforma – convocó cuatro concilios, intentó con acierto dar un impulso a los estudios eclesiásticos, se erigió en líder de la ortodoxia.

Siendo Papa, supo armonizar su vida de oración monástica, su austeridad de vida y  el estudio con su misión pontificia.

La misma autoridad del Papa se fortificó con su presencia. Acabó con la amenaza de Arnaldo de Brescia y su afán de democracia y libertades, impropias del  siglo XII. 

¡Felicidades a quien lleve este nombre! 

“Mira bien quién es tu enemigo, porque si por tal lo tienes y no lo es, puede ser tu enemigo mayor>>(Diógenes).