San Enrique de Scuse Enero 23

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SD

 

Etimológicamente significa " morada, patria, príncipe de la casa". Viene de la lengua alemana.

A causa de Cristo, el creyente quiere hacer lo imposible para que las nuevas generaciones no estén sumidas en medio de situaciones donde la vida no tiene sentido, ni paralizadas por las fuerzas destructivas de la angustia o de las guerras.

El joven religioso de hoy es uno de los grandes representantes de la mística alemana.

Esta corriente mística se desarrolló en Alemania al final del siglo XIII y en la primera mitad del XIV.

Eran tiempos malos para la Iglesia. Había problemas políticos entre este país y la Santa Sede, estaba el lío de los Papas de Avignon, la célebre peste de 1327-28 y la muerte negra que despobló mucho a Europa.

Nació en Costanza en 1295. Como le atraía la vida de los Dominicos, entró muy jovencito en ellos. No vivió la experiencia espiritual a fondo. Estaba algo perdido, hasta que una fuerza interior le afectó enormemente.

Estudió en Costanza, Colonia y Estrasburgo. Apenas se ordenó de sacerdote, pasó a ser profesor de la cátedra de su ciudad natal.

Compaginaba su enseñanza con el trabajo pastoral, sobre todo con la predicación y la dirección espiritual.

Muchos lo comparan en esta labor con san Bernardo y san Francisco de Asís.

Como era muy inteligente y tenía dotes de escritor, dedicaba tiempo a escribir cartas, temas sobre la vida eterna, experiencias místicas, y otros trabajos que constituyen el alma de la literatura mística de esos años.

Según Enrique, un hombre místico se hace humilde, se despoja de todo lo material y conforma su pensar y su obrar con los de Cristo.

Su culto se confirmó en el año 1831.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"La audacia es, en los negocios, lo primero, lo segundo y lo tercero" (Fuller).

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