San Emigdio de Ascoli, Agosto 6

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

             

Etimológicamente significa “de piel morena”. Viene de la lengua griega. 

La sencillez, tanto en la vida de la Iglesia como en la vida personal, nunca es rigorismo glacial o morosidad. El espíritu desensilles se transparenta en una alegría serena, en un gozo del corazón. Simplificar invita a disponer lo poco que se tiene en armonía. 

Emigdio fue un obispo y mártir de época incierta.

La ciudad de Ascoli, el centro mayor del Piceno, ocupa una península aislada o semi- aislada entre los ríos Trento y Castellano que, en Ascoli se unen para ir juntos al Adriático.

Para llegar a Ascoli hay que atravesar varios puentes.

El principal  es  el  ciego, así llamado en honor del poeta y astrólogo de Ascoli, contemporáneo de Dante.

 Sobre este puente, tan misterioso y diabólico según otros, paseaba frecuentemente  san Emigdio, obispo de la ciudad.

Cuando paseaba, llevaba siempre su mente puesta en Dios. Y mientras el aire de daba en sus rostro, subían al cielo plegarias por todos  sus fieles y,  principalmente, por los más necesitados.

Sus reliquias son  motivo de veneración. En el día de hoy se exponen en la catedral para que todos los creyentes puedan venerarlas y rezarle con devoción.

La catedral es muy rica en ornamentación. Gran parte de sus pinturas recuerdan la vida y obras del santo.

Los hechos más sobresalientes de su existencia aparecen también en sus esculturas.

Aunque él no se lo esperaba, fue el mismo Papa san Marcelo quien lo nombró para este cargo en la diócesis de Ascoli. Murió durante la persecución de Diocleciano. 

¡Felicidades a quien lleve este nombre! 

“Un necio no tiene suficiente tela para ser bueno”(Rochefoucauld).