San Cristóbal Macassoli Marzo 5

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa "portador de Cristo". Viene de la lengua griega.

San Bernardino de Siena captó como nadie los valores que encerraba en su interior el alma de este joven.

Después sacarle de sí todos los dones con que Dios lo había enriquecido, intentó que su noble familia comprendiese los caminos espirituales por los que quería encaminar su hijo Cristóbal. A la edad de años veinte años, se dio cuenta de que su vocación estaba en la Orden de los Franciscanos, tan de moda en aquellos años.

Una vez que rompió con los lazos familiares, tan difíciles ayer y hoy cuando se trata de abrazar el estado religioso – que no da dinero - sino de ser felices – y llegó a ser sacerdote, se distinguió entre todo el mundo por su predicación y como el hombre que representaba para sus oyentes algo asó como el faro de donde se saca la luz y la esperanza para seguir viviendo los valores evangélicos, que siempre son de perenne actualidad.

Estamos en el año 1415. Tanta fuerza tenía su palabra divina que logró muchas conversiones por su condición de verdadero taumaturgo.

"Santa María de las Gracias" es un convento que él mismo fundó en 1475. Lo llevó a cabo como fruto de una labor apostólica increíble.

La belleza de la construcción llamó la atención a todos los que la presenciaban. Se la encomendó al maestro Galeazzo Sforza.

Tanto amaba este lugar que prefirió pasar aquí los últimos años de su vida entregado a la oración y a la penitencia.

Su muerte tuvo lugar en el año 1485 tal día como hoy..

En esta iglesia permanecieron sus restos hasta el año 1810, tiempo en que los trasladaran a la catedral de Vigevano, en los días de las estúpidas órdenes de Napolén.

En esta iglesia están los testimonios más antiguos de este santo. El Vaticano I permitió que su culto se extendiera todo el mundo y que su ciudad querida lo honrase con manifestaciones litúrgicas importantes. Y todo lo permitió el Papa León XIII en 1899.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"No puede ser bueno aquel que nunca ha amado" (Cervantes).