San Cristóbal Julio 10

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB     

      

          Etimológicamente significa “ portador de Cristo”. Viene de la lengua griega.

          Si te fijas en los coches y autobuses, son muchos los que llevan la medalla de san Cristóbal.     Es su santo patrono.

          La historia, aunque haciendo un poco de leyenda, recuerda a este santo como un joven agraciado, guapo y fuerte

          Al principio de su vida estuvo unido a la brujería. Hasta que hablando un día con un brujo le preguntó si temía a la Cruz y al Diablo. El brujo le contestó que ante la imagen de la Cruz, el diablo huye despavorido.

          Cuando cruzaba un día el río con un niño a los hombros, notó que a medida que pasaba la corriente, el niño pesaba más y más.

          Inquieto y molesto llegó a la otra orilla. Había sido al mismo Dios a quien había transportado por el río. Desde entonces se convirtió en un fervoroso creyente en el Dios que había muerto en la Cruz para la salvación de todos los hombres y mujeres.

          Recibió el bautismo en Antioquía. Impulsado por la fuerza del Crucificado, se lanzó a darlo a conocer en Licia y después en Samos.

          No hay temor ninguno para quien se fía de Dios. Por eso Cristóbal, al enterarse el  rey Dagón de que era cristiano, lo mandó perseguir. Mantuvieron un diálogo interesante. El rey, por supuesto, quería que abnegara de su fe.

          Es más, tuvo la idea de conquistarlo por el sexo. Para ello le envió a dos chicas de la corte para que lo sedujeran.

          Ellas, ante su presencia, vieron lo guapo que era. Escucharon la historia acerca del Nazareno que quería tanto a las mujeres y de que su mejor amiga había sido una prostituta. Entonces le dijeron que qué había que hacer para convertirse a la religión que él predicaba.

          Cristóbal les dijo que abrazaran la fe, se convirtieran y recibieran el bautismo. Vueltas ante el rey, le dijeron que se habían hecho cristianas. Lo mismo le ocurriría al rey y al pueblo sirio. Murió por defender a Cristo en el  siglo III.

          ¡Felicidades a quienes lleven este nombre! 

¡”Jesús nos ama a todos los hombres por igual; somos nosotros los que lo amamos a él de forma diferente” (Hilde  A. Acosta).