San Crispín de Viterbo Mayo 19

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Etimológicamente significa "de pelo rizado". Viene de la lengua latina.

Este joven, como tantos otros de hoy, amaba la naturaleza de forma extraordinaria. Posiblemente en ella encontró tantos éxtasis con los que Dios le premiaba su purificado amor.

Nació en Viterbo, Italia, en noviembre de 1668. Sus padres lo enviaron a estudiar a los jesuitas. Al llegar el momento de tomar opción por un estado u otro en la sociedad, pensó que lo mejor para su futuro, era entregarse a Dios en la orden de los Capuchinos.

Hecha su profesión religiosa, lo destinaron a Tolfa, durante tres años, y de aquí se marchó a Roma, Albano, Monteredondo y Orvieto, en donde estuvo trabajando de hortelano con una piedad y un apostolado increíbles.

Respecto a sus compañeros religiosos, era muy exigente y alegre ante todo lo que sucedía por causa de los enfrentamientos que había en la Orden capuchina.

Llegó a ser tan popular y tan querido en todos sitios que la gente hacía bromas con su nombre. Y él, en lugar de enfadarse, participaba con la gente de estas bromas.

También era querido porque acudía la persona enferma a él, solía curarla con hierbas que cultivaba en el huerto del convento.

El aprovechaba estos dones con que Dios le favorecía para hablar de cosas espirituales a sus oyentes, amigos e incluso enemigos – si es que los tenía.

Todo lo veía con naturalidad y bajo la mirada de Dios en cada persona, flor, árboles, ríos o montañas.

Cuando pasaba por la calle, acudía la gente a pedirle un trocito de su manto como reliquia de su santidad.

Cuando lo hacían, les decía: ¡Venga, id a la iglesia y rezad a Dios. Aquí pasó a la casa del Padre en mayo 1750. Fue el primer santo al que canonizó el Papa Juan Pablo II en 1982.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"La afirmación de que los mansos poseerán la tierra está muy lejos de ser una afirmación mansa" (Chesterton).