San Crescencio, Junio 27

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB    

    

Etimológicamente significa “que crece”. Viene de la lengua latina. 

El que elige amar y lo dice con su vida se planteará un día una de las preguntas más esenciales: ¿cómo aliviar el sufrimiento humano de los inocentes, tanto si están cerca como lejos. 

Crescencio. Fue un obispo del siglo I. Hace algunos años se hablaba de la Iglesia del silencio más allá del muro de Berlín, destruido felizmente en el año 1989.

Había muchas dificultades y cortapisas para que los creyentes pudieran manifestarse como tales. Los comunistas los solían enviar a la Siberia. Querían  hacer una nación sin Dios, atea.

No les fue posible. Ante la pregunta esencial del ser humano sobre el más allá, las autoridades podían hacer callar los labios, pero no los sentimientos del corazón.

El nombre de Crescencio se encuentra en las cartas de san Pablo. “Crescencio ha ido a Francia”.

Otros decían que se había ido a Galacia, en Turquía. Hoy tiene el nombre de Ankara.

Leyendo su vida para hacer esta síntesis, no se ve nada claro. Unas veces se habla de Francia, y otras de  Turquía.

Se dice que estuvo por muchos lugares de Europa antes deque le diese muerte la espada de Trajano en el año 100.

De Roma se fue a Viena, ciudad francesa cerca de Lyon, para fundar una iglesia.

En ese tiempo estaba san Pablo encarcelado. Ya no podía predicar de viva voz.

Pero aprovechaba su tiempo en la prisión escribiendo interesantes cartas. Quien animaba a Pablo y a Crescencio a trabajar era Cristo el Señor. Se partían el pecho por anunciarlo a todo aquel que no lo conociese. 

¡Felicidades a quien lleve este nombre! 

“La humildad tiene dos polos: lo verdadero y lo bello” (V. Hugo).