San Constancio, Enero 29

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SD

 

Etimológicamente significa "constante". Viene de la lengua latina.

Hay niños marcados por la prueba. De ellos podemos decir que son sagrados para Dios porque su inocencia se ha visto herida en su niñez. Hay también niños sobre los cuales pesa la separación de los padres.

Este obispo y mártir sufrió la muerte por Cristo en tiempos de la persecución de Antonino.

El primer tormento que le dieron, fue arrojarlo al fuego. Salió indemne.

La reacción no se hizo esperar. Lo enviaron a la cárcel. Aquí ocupó el tiempo hablando de Cristo a los guardianes. Consiguió con la gracia de Dios y la oración de los niños convertidos, que abrazaran la fe y, agradecidos, le dejaron huir.

Se refugió en casa de un cristiano. La policía los encontró y los condujeron a la prisión de nuevo.

Cansado el juez, dio órdenes de que lo decapitaran.

Se escribieron de él varias "Pasiones" o teatros para dar a conocer su vida.

Según los estudiosos, el lugar en donde murió se llamaba por entonces "la campiña de san Constancio.

Todas las obras de teatro afirman que el santo, una vez que sufrió el martirio, lo trasladaron a Perugia a un lugar que se llamaba Puerta de san Pedro.

Aquí se hizo la primera catedral de esta bella ciudad. Y en este mismo lugar, se erigió después la actual iglesia de san Constancio, consagrada – según reza la inscripción que hay en el altar – en 1205 por el obispo san Viviano.

Los habitantes le tienen mucha devoción a este obispo santo y mártir. En 1781 se hizo un reconocimiento de sus reliquias, y en 1825 el traslado de las mismas del antiguo al nuevo altar de la iglesia que lleva su nombre.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

"Nuestra sociedad ha llegado a un momento en que ya no adora al becerro de oro, sino al oro del becerro" (Gala).