Etimológicamente
significa “grande, magnánimo”. Viene de la lengua alemana.
Pertenecía a
los Padres Blancos que fueron a predicar el Evangelio a Uganda, una nación
africana. Muchos se convirtieron al cristianismo, gracias a la labor
evangelizadora de estos sacerdotes.
Pero no todo en
la vida son facilidades. Se toparon con el presidente de ese país, un
homosexual en toda regla. Y fue su mismo mayordomo quien le dijo que, según
la Biblia, su tendencia era algo que va contra la naturaleza.
Entonces se enfureció el presidente. Y como respuesta empezó a
matar a todo aquel que propagase su homosexualidad.
Antes de que le llegase la muerte a Luanga, ya había muerto otros compañeros
suyos.
Los católicos
tomaron la decisión de apoyarle a costa de su misma vida. El brujo del
presidente perdía credibilidad ante los nuevos conversos. Lleno de celos y
envidias, le suplicó al jefe que mandara matar a todos los cristianos.
Cuando vieron
que Luanga dio el paso hacia delante por no renunciar a
su fe, los demás jóvenes que le acompañaban hicieron lo mismo.
El presidente
les preguntó para convencerles: <<¿Estáis dispuestos a ser
cristianos?>>. Y todos contestaron:<<Cristianos hasta la
muerte>>.
Entonces el
jefe de la guardia del palacio se los llevó lejos para asesinarlos. Pero
antes les sometió a toda clase de torturas y sufrimientos. Encendió una
gran hoguera. Los cristianos, mientras entregaban su alma al Señor,
alababan a Dios y cantaban alegres hasta que dieron su último suspiro.
El asesino
sufrió después el fusilamiento y lo echaron a los perros. Más tarde, el
presidente fue derrotado por sus enemigos y lo desterraron a una isla
solitaria.
Pablo VI los
declaró a todos santos, a Carlos
y a sus 26 compañeros. En Uganda hay en la actualidad más de un
millón de cristianos. Es lo de siempre: “La sangre de los mártires
produce nuevos cristianos”. Es la
fuerza del Espíritu de Jesús quien actúa en ellos. Su martirio tuvo lugar
en el año 1886.
¡Felicidades a
quienes lleven este nombre!
“La vida no es más que una muerte lenta” (San Agustín).