San Bonifacio Bruno de Polonia, Junio 21

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB    

  

Etimológicamente significa “ que hace el bien”. Viene de la lengua latina. 

Vivimos en un mundo en el que coexisten la luz y las tinieblas. Aspirando a la luz, ¿nos embargará una duda? Un místico ruso, lejos de inquietarse, escribía:<< Yo soy un hijo de la duda y la increencia. Mi “hosana” ha pasado a través del crisol de la duda. 

Bonifacio. Fue obispo y mártir del siglo XI. Dicen los estudiosos que la literatura latina se inició en Polonia con  el libro dedicado a la Pasión de los cinco hermanos que escribió san Bonifacio en el año 1005.

No había nacido en Polonia, sino en la lejana Sajonia, en el seno de una familia noble alemana.

 Estudió en Magdeburgo. Tuvo la fortuna detener  como profesor el obispo de Praga, san Adalberto.

Sus aspiraciones, tras acabar brillantemente sus estudios, fueron las de entregarse a Dios y a la gente  con la ordenación de sacerdote.

No tardó mucho tiempo en que lo nombraran canónigo y capellán de la corte del emperador Otón III.

Hubo algo que le afecto grandemente. Cuando se enteró de que su maestro Adalberto había sido asesinado por unos paganos, se fue a Roma.

Era el año 1001.

Estando en la ciudad santa,  pensó que su vida estaría mejor si se entrega a Dios  como monje camaldulense.

El rey de Polonia, Boleslao, le pidió al Papa que le enviara misioneros.

El Pontífice, sin poner reparos a la petición, puso al frente de los misioneros a Bonifacio, al que llamaba cariñosamente “el obispo de los gentiles”.

 El rey lo nombró su consejero particular. Tuvo misiones en Rusia y países colindantes, Murió el año 1009, víctima de los paganos de Prusia. 

¡Felicidades  a quien lleve este nombre! 

“En los ojos del joven arde la llama. En los del viejo brilla la luz” (V. Hugo).