San Avito, Febrero 5

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significa "del abuelo". Viene de la lengua latina.

Nació este santo en la ciudad francesa de Vienne, allá por el año 450 y murió en la misma capital en el 525.

Su origen era romano y de la clase noble. Su padre era obispo de Vienne y, al morir, le sucedió Avito.

Era tanta su fama que el mismo rey Clodoveo le hacía consultas antes de recibir el bautismo. Gracias a él, Segismundo, el rey de Borgoña, se apartó de la herejía arriana para abrazar completamente el cristianismo de verdad.

Su influencia se fue extendiendo hasta la misma Roma. Cuando fue reclamado para ir a la ciudad eterna, le ayudó con todas sus fuerzas y su preclara inteligencia, para solucionar el problema entre el Papa Sínmaco y el antipapa Lorenzo, su rival más poderoso.

Debido a su inmenso saber, a su santidad y a su elocuencia contribuyó como nadie a extirpar de Francia las herejías.

Entre las muchas cualidades que adornan esta personalidad, hay que destacar varias. Una de ellas fue su arte en la diplomacia para solventar problemas difíciles.

Otra cualidad fue su oratoria. Daba gusto oírle por su claridad mental, su forma y su estilo literario. Según san Isidoro de Sevilla, había estudiado todas las ramas del saber.

Además, era un buen teólogo como lo demuestran los tratados que nos ha dejado escritos, reflejados sobre todo en sus sermones sobre moral cristiana.

Y como era un hombre muy completo, también fue un magnífico poeta. De sus poemas se conservan varios en "Hechos de la Historia Santa". Son cantos sobre la creación, el pecado original, la expulsión del paraíso, el diluvio y el Mar Rojo.

También se conservan más homilías y cartas dirigidas a los personajes más ilustres de su tiempo.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

"El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas" (Proverbio indio).