San Antonio Maria Gianelli, Junio 8

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

Etimológicamente significa “inestimable, florido”. Viene de la lengua griega. 

La sencillez sin una caridad ardiente es sombra sin claridad. La sencillez de corazón  abre nuestros ojos a lo que urge para la familia humana. Aviva en ti la atención hacia aquellos que están en una pobreza angustiosa, víctimas de rupturas familiares, en una gran marginación, desgarrados por la violencia y las humillaciones. 

Fue un obispo del siglo XIX. Cuado estallaba la Revolución francesa, nacía el  pueblo de Cerreto, Génova, uno de los revolucionarios sencillos y silenciosas que, en el fondo, son siempre los santos. 

Era hijo de una familia honrada y modesta en los bienes económicos, pero rica en vitalidad cristiana.

Estando en Génova como estudiante, dejó sus estudios para entrar en el seminario y llegar algún día a ser sacerdote.

Antes de ser ordenado – cosa rara – los supriores lo destinaron a la predicación de la Palabra de Dios.

Lo ordenaron antes dela edad que prescribe el Derecho canónico. Tenía un gran celo pastoral y todo cuanto hacía, lo ponía previamente en manos de la Virgen María.

Avivaba en su alma la atención por orientar a la gente despistada en lo espiritual. Para ello, se tiraba horas y horas en el  confesionario y predicando por toda Génova.

Lo nombraron párroco de la iglesia de san Mateo y san Juan en Chiavari.

Todo el tiempo que tenía libre, lo dedicaba para ayudar a los Redentoristas en sus colegios. Sus últimos años los pasó en el monasterio de Piacenza, ciudad de la que obispo durante ocho años. Aquí murió en el año 1846.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!

“No es posible saberlo todo” (Horacio).