San Alipio de Tagaste Agosto 18

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

        

Etimológicamente significa “ sin pena”. Viene de la lengua griega.

Siempre hay que creer que en el corazón de la noche existe la luz.

 Nació en Tagaste, Norte de Africa y murió en el año 430.

Toda su vida la vivió al lado del gran san Agustín. Este doctor de la Iglesia habla de él en su libro las “Confesiones”.

Alipio estudió asiduamente sus materias humanas y religiosas bajo la tutela de su maestro, y fue lo mismo que él, un maniqueo hasta que su padre le prohibió que se asociara con Agustín  y con esta herejía.

Esto fue la causa por la que estuvieron separados durante algún tiempo.

Alipio se marchó a Roma a estudiar Derecho. En la ciudad santa se juntó de nuevo con san Agustín. Los dos viajaron a Milán porque el maestro fue allí a  impartir clases.

En la ciudad milanesa, de tanto prestigio y comercio, fueron bautizados en la Vigilia de Pascua del año 387.

En el 388 volvieron a Africa, en donde estuvieron tres años en Tagaste haciendo oración y penitencia como unos auténticos religiosos antes de  que cada uno fuese ordenado de obispo en distintas diócesis.

A Alipio le correspondió la más difícil, Tagaste. Era el año 393.

No obstante,  antes fueron a hacer un viaje de peregrinación a Tierra Santa para purificar sus pecados y hacer penitencia por los mismos.

Desde entonces nunca se separaron y trabajaron juntos por la extensión del Reino de Dios en todo el Norte de Africa.

La gran tarea apostólica que tuvieron los dos fue acabar con el paganismo, tan incrustado en la sociedad, y la doctrina arriana que penetraba como un veneno entre toda la gente sin formación auténtica en los valores del Evangelio.

Siempre estuvo del lado de san Agustín. 

¡Felicidades a quien lleve este nombre! 

“Una ciudad es mundo si amamos a uno de sus habitantes” (Durrell).