Saludo matinal

El silencio es el mejor sepulcro de las palabras pestilentes y estériles, dice Gregorio Mateu.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días

Hay gente que habla por hablar. Y además, no paran. Su vida es un inmenso río de palabras que va al océano de la vida de los otros inundándolos de sosa y estúpida palabrería.
Detente a escucharlos. Te va a costar trabajo. Después de oírlos, haz un examen o recuento de cuanto han dicho. Verás la de tonterías que han dicho sólo para que alguien los aguante y para darse el tono y la elegancia de que saben hablar.
Hablar por hablar sin coherencia ni orden es una absurda y estúpida imprudencia. El callar sería para esta gente una medida exacta de su inteligencia.
La persona prudente jamás se arrepiente de hablar callado. El charlatán debe arrepentirse cada día de su torrente de palabras vanas.
El ser humano de verdad respeta el silencio interior de los otros. El ser humano formado no atosiga a nadie con palabras sin sentido. Los medios de comunicación social hacen cada día una verdadera guerra de palabras.
Estrújalas y verás lo que queda. Muy poco. Hay que llenar las horas de la emisión y las páginas de los periódicos. Los lideres políticos hablan y hablan. Estudia lo que dicen y verás que no corresponde, a veces, a la realidad de país.
Necesitamos silencio para encontrar sentido a lo que decimos y a nuestros actos.
En la iglesia de Baltimore hay escritas estas palabras:” Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda cuánta paz puede haber en el silencio”. Di tu verdad y escucha a los otros, incluso al aburrido y al ignorante.
El silencio, amigo, es una fuerza oculta que tienes muy poco explotada. Ámala y no te perderás en el mar de la insulsa palabrería.

Animo! Vive alegre