Saludo matinal

No he obsrvado que la integridad de los hombres aumente con su riqueza, decía Jefferson

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días

Me imagino que te habrás preguntado alguna vez si la riqueza ayuda para ser más honrado. Es una pregunta que todo el mundo que piensa algo se la hace en su vida alguna vez. ¿Qué enseña la experiencia personal? Muchas veces te enseña que la cantidad de bienes y de riquezas no se corresponden siempre con honradez y la ejemplaridad de vida.
También habrás notado que la riqueza es un claro impedimento para ser más santos. Hay excepciones, claro está.
Mucho dinero, mucha riqueza...dan a la persona la sensación de plenitud y de que no necesitan de nadie, ni siquiera de Dios.
Los fariseos son hostigados en el Evangelio porque, precisamente, pensaban que no necesitaban de Dios ni de los demás.
Para algunos o muchos hombres así, la honradez y otros valores fundamentales de la existencia pasan a segundo término, a un recuerdo del pasado, a un concepto trasnochado de algunas personas que se afanan por vivir en pobreza voluntaria.
¡Qué pena que piensen así! Pero para ellos es normal.
Su centro vital está en el dinero. Y esto, amigo- como muy buen sabes- no lo es todo.
A veces lo que acarrea son un exceso de preocupaciones que minan hasta la salud.
Un cortijero andaluz le pedía pan a su señorito. Y éste mirándole fijamente , le dijo:¡qué feliz es tener hambre y poder comerse a gusto un trozo de pan con aceite. La comparación o el hecho no vale mucho. Es cierto. Pero es el caso de muchos adinerados: no son felices porque no comparten. Y al no compartir, también les falta el concepto clave de la riqueza: compartirla y vivirla entre todos los que trabajan dignamente. ¡Animo! Vive alegre

Animo! Vive alegre