Saludo matinal

No esperes a que puedas lanzar tu luz a lo lejos; alegra e ilumina el rincn en el que vives, decía Dudley

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días

Hay personas que se afanan por hacer cosas grandes y no las consiguen. Y la consecuencia es bien triste: se desaniman y se decepcionan y hasta se hunden psicológicamente. No saben que el hacer las cosas grandes no es dado a todos.
Sí, en cambio, le es dado a todo el mundo el poder para hacer cosas pequeñas. A todos. Sin excepción.
La persona soberbia apunta a cosas altísimas y no las logra. Y tampoco alcanza las pequeñas por las menosprecia. No son personas realistas.

Quien ambiciona realísticamente metas alcanzables, las consigue. Hay gente que, al poco tiempo de empezar una carrera universitaria, la deja. No le gusta o es demasiado dura para sus pocas ganas de trabajar, ¿Qué buscaba?
No ciertamente sentirse realizada en la vida, sino figurar.
Querían encender en lo alto de su vida una luminosa antorcha para que todos la vieran y, sin embargo, no eran capaces de encender y dar luz al rinconcito de su propia existencia. Terrible torpeza.
A todos nos gusta ser estrellas en el mundo: estrellas de la canción, estrellas del cine, de la TV, de la belleza...
Esto nos estimula y nos llena.
No seamos utópicos. Contentémonos con ser lo que somos. Ahí está la raíz y el fundamento de nuestra felicidad: ser nosotros mismos los que nos alegramos e iluminamos el bello rincón de nuestra vida.
Seamos humildes y aspiremos a lo realizable y a lo acorde con nuestra forma de ser y actuar. La humildad es clave para poder ser felices. ¿Cómo andas de aspiraciones posibles?  

¡Animo! Vive alegre