Saludo matinal

Ningún hombre es una isla, decía Merton

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días

Si la persona es un ser en relación con los demás y un ser destinado a la convivencia, cualquier cosa que atente contra estos dos principios hay que evitarlos. Y esto no es fácil, porque la tentación normal del hombre es aislarse. Los desengaños y las contrariedades le invitan a retirarse y a encerrarse en sí mismo. ¡Qué mala y perjudicial es, psicológicamente hablando, la tendencia a encerrarse! ¡Qué pena es que cortes el hilo de tu comunicación con las otras personas! Y digo pena porque es así.
El hombre cuando se repliega dentro de sí mismo, renuncia a su propia naturaleza de hombre porque está hecho para convivir con sus semejantes.
Si hubiera sido creado para vivir aislado en islas, en solitario, pase. Pero, gracias a Dios, no ha nacido para eso.

¿Qué es lo que nos une a los demás?
Estamos unidos a los demás por la fuerza del amor del amor, del pensamiento y de la vida. Por el amor buscamos la propia realización aportando nuestros valores a los demás. Por el pensamiento comunicamos a los otros nuestros proyectos de vida y nuestras ilusiones. Por la vida manifestemos a los otros nuestra existencia abierta a la esperanza y al don de la comunicación.
Únicamente el egoísta puede decir que está solo. Solo porque ha renunciado a amar y a ofrecerse a los otros. Solo porque ha hecho de su propia vida una isla.
Te invito hoy a que pienses en tu vida. ¿Es una isla cerrada al mundo de los demás? Si es así, únete rápidamente a todos los otros para sentirte feliz.
    

¡Animo! Vive alegre