Saludo matinal

Busco la cabeza del Rey Filipo, vuestro padre, y no la puedo encontrar, decía Diógenes

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días

Esta mañana te voy a saludar con una sencilla y conocida anécdota. ¿La recuerdas? Hela aquí.
Ocurrió entre el filósofo Diógenes y el gran Alejandro Magno. Diógenes andaba un día ansioso buscando algo en un montón de esqueletos. Y su discípulo Alejandro le preguntó curioso: Maestro, ¿qué buscáis aquí?
Busco, señor,-dijo el filósofo-, la cabeza de vuestro padre el rey Filipo y no la puedo encontrar.
La lección quedó grabada en Alejandro. Una lección sobre la brevedad y la vanidad de la vida.
La vida eleva, distingue y selecciona a la persona. Durante la vida no es lo mismo ser esclavo que rey, ser capitalista que obrero...Pero la muerte nos nivela a todos por igual, y no hace problemas de nombres y de ocupaciones altas o bajas.
Durante la vida tu cabeza puede ser conocida de todos. Todos admiran tus cualidades...

Pero después de la muerte...si alguien buscase tu cabeza entre muchas otras sería imposible encontrarla.
Este pensamiento debe ayudarte, amigo, este día a reflexionar sobre tu propia existencia.
Llénala de virtudes, de valores y de santidad. No te importe que después no puedan encontrar tu cabeza.
Se recordarán de ti porque has vivido haciendo el bien y porque, con tus obras, conversaciones y actitudes, sembraste siempre a tu alrededor la semilla de la bondad, de la comprensión y de la aceptación. Vive tu vida limpia y honradamente.
Lo demás de poco sirve.
  


¡Animo! Vive alegre