Saludo matinal

No es posible dividir a la persona, decía Adler

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días


Una de las cuestiones que están de moda hoy en las consultas psicológicas y psiquiátricas es ver el mundo de algunas personas completamente dividido. Esto, como te puedes imaginar, les acarrea graves problemas a ellos y a cuantos conviven a su alrededor.


Todo viene de un desequilibrio entre lo interior y lo exterior. O se le da demasiada importancia a uno en menosprecio del otro, o bien se cultivan los dos mundos equilibradamente. Si se hace lo primero, es decir, se cultiva en exceso lo externo en detrimento de lo interno, entonces suelen aparecer síntomas terribles de pasotismo, de superficialidad y de desencanto ante la vida. Si se cultiva en exceso lo interior con detrimento de lo externo, se llega a aislar la persona tanto en sí misma que pierde el gusto por la relación amical e incluso familiar. Ambos extremos son malos y peligros.

¿Qué hace falta, pues?
La única forma de solucionar este problema- origen de muchos altercados- es buscar el equilibrio total de la persona.


La persona no se puede dividir en zonas o en niveles. Si se quiere hacer esto, se destroza a la persona. Irremediablemente.


Algunas veces te puede dividir algo que quiere tu instinto y no puedes realizarlo o alcanzarlo. Te puede dividir el hecho de tener un corazón con dos o más caras, según tu propia conveniencia o capricho.


¡Cuántos individuos andan divididos! ¡Cuántas personalidades andan descarriadas por estar divididas” La única cosa que debes apetecer y desear es ésta: ser tú mismo en completa unidad.


¡Animo! Vive alegre