Saludo matinal

Sea vuestro modo de hablar si, si; o no, no,dice el evangelista Mateo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días


Cuando se habla con la juventud actual y se ven sus reacciones y sus inquietudes, una de las cosas de las que más se vanaglorian, es justamente de la sinceridad.


Hay algunos que, a veces, la confunden con la espontaneidad. Pero creo sinceramente que es una de las virtudes de la juventud actual entre otras, por supuesto.


Es curioso que creen que esto es algo que pertenece a ellos y que es nuevo.


Algunas veces les recuerdo que hace dos mil años se escribió lo que ellos tanto pregonan por todas partes. Y les cito entre otras cosas el Evangelio.


¿Qué es la sinceridad?
Algunos la confunden con ciertas formas chocantes de decir en la cara a la otra persona cuanto se piensa y cuanto se siente.

Esto no está nada mal. No. Pero hay otra virtud o cualidad humana que hemos de tener presente: La prudencia.
La prudencia no es sinónimo de cobardía como algunos pueden creer. La prudencia es la virtud de los que piensan y moderan sus actos, sus palabras y sus juicios acerca de los demás.


La sinceridad no es simplemente decir las cosas en la cara. Esto es fácil. La sinceridad es una cualidad por la que descubrimos a los otros nuestro propio interior al que han de corresponder una obras acordes y coherentes.
Nuestras palabras han de acreditar nuestra conducta.


La sinceridad es valorar las cosas buenas de los otros y no sentir nunca envidia. Un joven decía cada día esta breve oración: Señor, te pido que cada día me repugne más la falta de sinceridad y la falta de prudencia para comunicar la verdad a quien la necesite.


 ¡Animo! Vive alegre