Saludo matinal

En las cosas pequeñas se encuentra Dios

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

¡Hola! Buenos días


Un día me preguntaba una madre de familia: ¿cómo es posible encontrar a Dios? Pues yo no tengo grandes cosas que decirle ni tampoco mi vida transcurre por derroteros de grandezas. Soy una madre de familia normal que pasa el día bregando en casa con los niños y haciendo las labores propias de una madre de familia.


Esta mujer, quizás, no tenía afanes de grandezas como otras que dicen que no tienen tiempo para nada. Se les va la vida pensando planes irrealizables. Ella, sin embargo, vivías alegre con las cosas pequeñas en las que también se encuentra Dios.


Hoy se habla mucho de aspirar a tener una gran personalidad y un elevado puesto en la sociedad. Vale según te vean en los medios de comunicación o no.


En el mundo de Dios-le decía-, vale tanto su trabajo diario y pequeño como el de aquella persona que esté haciendo grades cosas.


Dios está tanto en el gran santuario como en el pequeño; Dios no mira las grandezas materiales; Dios mide la grandeza de tu corazón. Dios está en las molestias de cada día, respirando cada mirada tierna o enfadada a tu hijo.


Busque a Dios, amiga mía, en cualquier acontecimiento de su vida. En todo esto está presente Dios.

¿No será que no puede encontrar a Dios porque le busca en lo grande y no en lo pequeño de cada día?
¿No será que vives en la misma casa con él y no te habías encontrado con él todavía?
Respire, amiga, el ambiente y la atmósfera de Dios en todo cuanto vea, diga o haga. Dios está en la cocina, en el hijo difícil y en el hijo obediente y bueno. En todo.
Dios está en tu desaliento y en tu alegría. Dios está vivo siempre.


¡Animo! Vive alegre