Saludo matinal
“Yo no sé, Señor, si tú estás contento de mí; pero yo estoy muy contento de ti”, decía Bourdalou
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
¡¡Hola! Buenos días
“Yo no sé, Señor, si tú estás contento de mí; pero yo estoy muy contento de ti”, decía Bourdalou.
Ha llegado el fin de semana. Tus hijos te habrán contado un montón de impresiones acerca de la
escuela, del colegio y de los nuevos amigos/as, profesores y profesoras.
Todo esto te ha hecho, padre y madre de familia, sonreíros y alegraros con las cosas sencillas de
vuestros hijos. Es maravilloso recrearse con las cosas pequeñas de los pequeños.
También es oportuno- si eres cristiano- darle a todo quehacer en casa un sentido humano-cristiano.
El domingo puede ser el día más bonito de la semana para entretenerte con tus hijos y perder
sanamente el tiempo con ellos. Hay que dedicarles tiempo. No lo olvides.
Y también, como cristiano, has de hacer con ellos una oración viva y familiar.
La oración es siempre un diálogo íntimo y familiar con Dios. En la oración, tú le abres el corazón a
Dios. Cuéntale las alegrías de esta semana y también- por qué no- las tristezas que te hayan podido
embargar.
A veces basta con decirle: “Señor, estoy muy contento con todo lo que has hecho por mi familia y
conmigo”. Gracias.
Tus hijos aprenderán a ver en Dios una persona cercana, un Padre y un buen amigo.
Haz oración de gratitud y de humildad. Pero hazlas enlazadas y muy vividas, Creo que es la fórmula
ideal para sentirte plenamente contento de tu oración.
Ante tu señora, ante tus hijos, en la iglesia o en casa, párate un momento a rezar. Tienes tiempo.
Lo que quizás te ocurra, es que no tienes hábito de orar. Pero Dios está siempre contento de ti.
¡Animo! Vive alegre.