Momentos de Paz

Cuando uno es joven...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB



“Cuando un es joven, sonríe en el vigor de la edad y de la inocencia; cuando se es viejo, en la riqueza de la experiencia” (Juan XXIII).


Esta mañana dile al Señor con el alma de niño inocente: Señor, tú conoces mi vida, Te doy gracias por mis padres. A veces no me entienden cuando soy joven, pero los quiero como los dones más sagrados.

Gracias a su amor he pesado feliz esta existencia, maravillosa, encantadora, excelsa.

Sin darme cuenta, Señor he dejado mi infancia. Estoy viviendo los turbulentos años de mi adolescencia. Problemas, líos en mi mente, crecimiento físico, no acompañado a veces, por el crecimiento espiritual y el enriquecimiento de mi conciencia.

Sé que a esta edad soy un árbol en primavera: lloro y no me entiendo a mí mismo.
Pero, en el fondo de mi alma, late mi ilusión por vivir y a todas las cosas buenas que hay ante mi nueva aventura, las contemplo con óptica de creyente.

Mis años juveniles, junto a mis padres, los voy asumiendo como una forma de crecer en todas las direcciones y en todos los aspectos que enriquecen mi persona.
He llegado a la madurez, Sin darme cuenta. Plenitud de vida, madurez suprema en mi alma. En la serenidad de mi vida, te doy gracias por no haber perdido ningún instante de mi dichosa existencia.

Pasando los días y los años, me encuentro, Señor, sumido en la vejez o tercera edad, como la gente quiera. Mi vida se apaga y, ante sus sombras, todo me llena, todo me satisface porque, al fin y al cabo, tú has sido el motor de mi vida. No mires, Señor, mi edad, sino lo que he hecho por vivir una vida nueva.


¡Vive hoy feliz!