Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Dichoso el hombre...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

 

 

“Dichoso el hombre que no sigue

el consejo de los impíos...

Es como un árbol plantado

junto a las corrientes de agua,

que da a su tiempo el fruto (Salmo 1.1.3) 

 

 

Señor,

mi amigo de infancia

era una excelente persona,

pero se juntó con un impío

y perdió la vergüenza.

 

Por el contrario, yo, acogido a tu bondad,

he recorrido mil caminos

y nada ni nadie me ha contaminado.

No soy perfecto. Tengo mis faltas.

 

Pero, como he crecido junto a tus corrientes

de agua limpia,

mi alma y vida entera

han florecido como una perenne primavera.

  

Intento dar el fruto

que a mi corazón diariamente pides,

haciendo el bien a los demás

y a mí mismo, Señor,

como una acto de humildad. 

 

Sólo sigo tus consejos desde que era niño

y ahora que soy adulto, hago lo mismo.

Me han hecho madurar en frutos

que son mi alegría, la de mi familia y mis  hijos.

 

Soy dichoso, y así lo confieso

ante todo el mundo,

porque mi alegría y mi consuelo

los encuentro reflejados

en ti, Señor, mi auxilio y mi refugio.