Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Tenme piedad, oh Dios...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

“Tenme piedad, oh Dios, tenme  piedad,

que en ti se cobija mi alma;

a la sombra de tus alas me cobijo

hasta que pase el infortunio” (Salmo 57.2) 

 

 

Señor,

en ti se cobija mi alma

cuando siente la prueba.

Haz que con tu fuerza

y tu poderosa ayuda,

no caiga en la tentación.

 

Estoy cobijado

a la sombra de tus alas,

y aunque vueles muy alto,

tu compañía siempre me acompaña.

 

Mientras pasan estas horas

de lucha y de infortunio,

manténme cerca de ti

como a tu ser querido.

 

¡Qué gozada me da tu confianza

y la fe que en mí has depositado,

para que salga airoso, Señor,

de todas las asechanzas!

 

La esperanza es un camino abierto

a tu corazón que acoge siempre,

sin pedir hora de cita

porque tú eternamente nos amas.