Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

¿Quién subirá al monte de Dios?...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

¿Quién subirá  al monte de Dios?,

¿quién podrá estar en su recinto santo?

El de manos  limpias y puro corazón,

el que a la vanidad no lleva su alma,

ni con engaño jura” (Salmo 24.34). 

 

 

Señor,

cuando  miro mis manos trabajadoras,

pienso en tu creación hermosa.

Sea que cocine o haga otra cosa,

tú siempre me acompañas

con tu vida de rosa y de gloria.

 

Si a mi corazón miro,

veo que siente amor por todas sus venas,

que riegan mi cuerpo con amor exquisito.

 

El corazón puro, una de tus bienaventuranzas,

supone la capacidad de asombro,

el don de la admiración ante la pulcritud

del alma de los niños,

a los que bendijiste con toda finura.

 

 

Señor,

la vanidad es una satisfacción

de la persona que está de ti vacía;

al faltarle la luz de tu Evangelio,

vive  un tanto adormecida.

 

Voy con la verdad como bandera

y estandarte por esta sociedad

que, en el fondo, es pagana,

y sin el fulgor de la primavera.

 

El engaño y con juramento

es una doble mentira

que resuena muy mal por el universo.

 

Gracias, Señor, por tu vida

y mi religión vivida contigo

en estas horas de sentido silencio.