Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Yo dormía, pero mi corazón velaba......

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

 

“Yo dormía, pero mi corazón velaba.

¡La voz de mi amado que me llama!” (Cantar de los Cantares 5.2) 

 

 

 

Señor,

me gusta comenzar

llamándote así cada día.

Apenas me despierto por la mañana

y me incorporo en la cama,

te ofrezco con la señal de la cruz

toda mi jornada.

 

Soy un ser privilegiado

al despertarme y ver que estoy vivo

en la temprana hora de la mañana.

 

He dormido profundamente

pero mi corazón, con su sístole y diástole,

ha velado junto a tu corazón de Amigo

que tanto me ama.

 

¿A qué me llamas hoy?

 

Y en el silencio de esta capilla,

escucho que me dices:

Sé hoy como el almendro florido:

si hablas con alguien, no tengas reparo

en dejar que caigan de ti todas las flores

que hay ocultas en tu alma.

 

Te digo esto, amigo creyente,

porque hay gente que siente vergüenza

de hablar de mí ante los demás.

¡Vaya cobardía y tontada!

 

Hoy me llamas a  hacer cosas sencillas

desde que he tenido la suerte de estrenar

esta aventurosa y evangélica jornada.

 

Gracias, Señor.

¡Qué bueno eres!