Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Sus manos aros de oro...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

“Sus manos, aros de oro,

engastados de piedras de Tarsis.

Su vientre, de pulido marfil,

recubierto de zafiros” (Cantar de los Cantares 5.14). 

 

 

 

Señor,

mira mis manos

desde dentro de tu sagrario.

 

Unas manos preciosas

que estrechan otras manos;

una manos que, al abrirlas,

se convierten en encuentros

con personas maravillosas.

 

He intentado, amigo Señor,

que, a pesar de mi fragilidad,

sean instrumentos de comunicación

desde las antenas de mi alma.

 

Con ellas he comprendido

que puedo compartir una amistad,

cuando las abro y las estrecho

como señal de evangélica fidelidad.

 

No tienen piedras lindas

como dice tu palabra sagrada,

pero van cargadas de afecto

para  todos los demás.

 

Tengo las manos con callos

de tanto trabajar: trabajo

para ganar el sueldo de casa,

manos endurecidas por el tiempo,

manos arrugas de anciano,

manos limpias y bellas de doncella...

¿qué más da?

 

Mi vientre ha concebido a hijos e hijas.

He ahí su mejor adorno.

No como los fetiches que llevan hoy de adorno.