Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Que bellas eres amada mía

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

 

¡Qué bella eres, amada mía, qué bella eres!

¡Palomas son tus ojos!  (Cantar de los Cantares 1.16)

 

 

Señor,

estoy meditando  tu libro santo.

Y, en esta relación contigo

y con toda la humanidad,

siento impulsos de gloria,

de fama auténtica, piropos

que en tu boca limpia,

me alientan a proseguir

tu tarea evangélica,

sin tener en cuenta lo demás.

 

En la sociedad en la que vivo,

sólo se aprecia la  belleza  física.

Y está bien, Señor,

porque es tu criatura divina.

 

Pero ahora que estoy a solas contigo,

experimento un placer tan grande

que supera a todas “misses”

de tu precioso universo.

 

Nadie me ha dicho palabras

tan sinceras y cercanas

 a mi propia interioridad,

a lo fundamental de mi vida.

 

Quiero ser paloma de tu Evangelio,

pájaro que vuela por el firmamento

en busca de la perfección

que tanto anhelo.

 

Gracias, Señor,

porque aquí, a solas contigo,

he gozado de unos instantes

que  no tienen medida ni precio.