Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Que distingue...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

 

 

“¿Qué distingue a tu amado de los otros,

oh la más bella de las mujeres?

Mi amado es fúlgido...”... (Cantar de los Cantares 5.9-10)

 

Señor,

tu esposa, que es mi alma,

y mi persona con cuerpo y espíritu,

viene hoy a tu presencia

con este interrogante.

 

Tranquilo/a miro tu sagrario

en una soledad  perfecta.

Paulatinamente voy sintiendo

en las fibras sensibles de mi vida

que me contestas así:

Mira, joven o mujer o anciana:

Yo soy el Esposo con mayúscula

que nunca defrauda.

 

 

Mis actos de amor no son pasajeros

como el paso del viento por el mar.

Mi distinción es un signo eterno

que no tiene principio ni fin. 

 

Sencillamente soy así.

Y todo cristiano ferviente

que vive en mi intimidad,

se da cuenta de que soy fúlgido,

luminoso, resplandeciente y bello

como el día de mi Trasfiguración

y Resurrección a los cielos.

 

Por eso hay en el mundo tantas mujeres

que han consagrado su vida sólo a mí.

Son las celestes vírgenes que velan y oran

 por los demás y, en concreto, por ti.

 

¿Por quién rezas tú?

¿Dónde radica tu fulgitud?