Ante el Sagrario y la Palabra de Dios

Bendice a Dios, alma mía...

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB


 

Bendice a Dios, alma mía,

del fondo de mi ser, su santo nombre,

 no olvides sus muchos beneficios” (Salmo 103.1-2).

 

 

Señor,

en la visita de hoy, agradable y bonita,

quiero  darte las gracias sinceramente

por todo lo  que haces conmigo,

tanto en los días de prueba

como en los de júbilo sencillo  y de alegría.

 

 

La flor de la gratitud no es en nuestros días

una flor que florezca mucho.

Si uno se pusiera a contar todos tus beneficios,

no habría libros en la tierra

que contuvieran tus favores conocidos y desconocidos. 

 

No los olvido en el santuario de mi conciencia,

porque cada día los tengo presentes

en cada palabra y en todo suspiro de refulgencia.

 

Todo encuentro ante el sagrario,

refuerza mi gratitud hacia ti, Dios mío,

toda conversación vespertina  a solas

me recuerdan tu amor  continuo,

y todos tus gratos beneficios.

 

Por eso, Señor, no ceso de bendecirte

por todos los demás que, por descuido,

se olvidan de la gratitud contigo.