San Pedro Canisio, Diciembre 21

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SD

 

Etimológicamente significa " roca". Viene de la lengua hebrea.

Le tocó vivir el tiempo en el que la Reforma de Lutero se extendía por todo el Occidente.

Los católicos mantenían su fe y su adhesión al Papa con decisión y convencimiento.

Pedro Canisio nació en Nimege, Países Bajos, en el seno de esas familias. Hizo unos profundos estudios en Colonia que contribuyeron sobremanera en el afianzamiento de sus convicciones.

Tuvo, además, la suerte de encontrarse con Pedro Favre, uno de los compañeros que tuvo san Ignacio de Loyola desde sus inicios en la universidad de París.

Debido a su amistad y al ver lo feliz que vivía como jesuita, decidió formar parte de la Compañía de Jesús.

Desde que entra en los jesuitas toda su vida va a consistir en una lucha continua contra la influencia de Lutero.

Comenzó predicando en su país y a continuación se trasladó a Alemania y Suiza. Los superiores lo enviaban de una parte para otra anunciando la verdad del Evangelio y la unidad que representa el Papa, como cabeza visible de la unidad entre los cristianos.

Otra de las labores encomendadas a Pedro fue la traducción de los Padres de la Iglesia, muy olvidados en aquel tiempo. Lutero nunca se refirió a ellos ni los quería.

Redactó un catecismo con un éxito rotundo y fabuloso. En seguida los Padres del Concilio de Trento lo llamaron para que participase, ya que veían en sus escritos y en su palabra un hombre de Dios y muy bien preparado.

Trató a los hermanos protestantes con dulzura y amabilidad. También era consciente de las debilidades de la Iglesia católica. Sabía que necesitaba una renovación como el comer. A él le gustaba más la palabra "renovación" que reforma. Renovación del clero, bastante ignorante y de los fieles, mucho más. La imprenta era un arma de doble filo. El dijo que todo invento debe servir para el reino de Dios. Es doctor de la Iglesia. Murió en Friburgo en 1597.

¡Felicidades a quienes lleven este nombre!

"No le parece que haya de haber cosa imposible a quien ama" (Santa Teresa de Avila).