San Acisclo y Santa Victoria Noviembre 17

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

Etimológicamente significan “hacha, victoria”. Viene de la lengua alemana y latina. 

Jesús dice: “Allí donde dos o tres se reúnen en mi nombre. Allí estoy yo en medio de ellos”. 

Estamos en Córdoba en el año 303. El pretor Dión mandaba en la ciudad y eran tiempos de los emperadores Diocleciano y su amigo Maximiano.

Es la décima persecución contra los cristianos. España estaba ya en gran parte cristianizada.

Córdoba contaba ya con muchos fieles.

Dos hermanos, Acisclo y Victoria, eran conocidos por su caridad y su entrega a los pobres y marginados.

El gobernador los denunció por rebeldes a las leyes imperiales.

Victoria, tranquila y serena, le dijo al gobernador:<< Me harás un gran favor si cumples en mí las amenazas que me has lanzado. Vale más morir por Cristo que por todas las promesas que me haces>>.

Los encerraron en los calabozos para hacerles nuevos interrogatorios.

Después de desgarrarles sus pies, los echaron al fuego.

Victoria gritaba y le cortaron la lengua y a Acisclo el cuello.

Fueron los primeros mártires de Córdoba y sus patronos.

La fuerza de su valor se las daba la oración en común. Dios estaba presente en ellos. 

¡Felicidades a quien lleve este nombre! 

“Tiénese por virtud la maldad que sale bien” (Séneca).