Postal a los jóvenes

¿No tienes médico de tu alma?

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 



Hablando con un grupo de chicos y chicas, les insinué que hicieran una encuesta por distintos lugares de la ciudad, pueblos y costa. Tardaron  más de 15 días.

Con sus caras alegres y al mismo tiempo preocupadas por los resultados de la encuesta, nos sentamos tranquilos a estudiarlas.

Una de la preguntas que figuraban en la encuesta era la que encabeza el artículo.

Al revisarla, una minoría tiene su médico del alma. Otra gran parte no sabe ni tiene idea de lo que es.

Algunos comentaban que para la mayoría el significado de médico del alma ni les sonaba. Eran tan extraños a su hondo significado que sobrepasaba los límites de sus conocimientos religiosos.  

Entonces, le había dicho anteriormente,  que les dijeran el significado de sacerdote o cura.

Sacerdote  significa aquel que “te da lo sagrado”. Y cura es la persona consagrada por Dios para cuidar de las almas. Sí, amigo/a, no eres sólo un bello cuerpo escultural. Tienes un alma unida íntimamente a tu físico. Y si en la parte externa tienes tu médico de cabecera y los especialistas, también estos seres  dedicados por entero al bien de las almas, son quienes han estado muchos años estudiando Biblia, Moral, Filosofía, Psicología y Teología para tener unos conocimientos profundos acerca de las debilidades del alma ye de los tratamientos para progresar adecuadamente por los caminos de tu perfección espiritual.  

Otros de la encuesta me decían que una buena parte frecuenta el Sacramento de l Eucaristía, pero sin reconciliarse antes con Dios. Dicen que se las entienden directamente con El. No les hacen  falta los curas. ¿No haces de vez en cuando un chequeo a tu cuerpo para ver cómo van todas sus constantes vitales?- Sí, eso sí, me gusta estar en forma para que me vean con buen tipo.  

Y si  Dios te hiciera un chequeo, ¿qué encontraría en ti? Dudas...sin respuestas.

Y se advierte cada día más- en esta sociedad de consumo y dada al divismo de las estrellas- que hay un gran vacío de Dios. ¿Cómo explicas si no, tanta ansiedad,  estrés y aburrimiento interno en la gente?

La única respuesta es que no cuentan para nada con los especialistas en  la dirección y cuidado de su alma.  

PERSEVERANCIA

Una de las constantes que se observa en mucha gente es que, tras la primera comunión  o la confirmación, es el abandono radical de la vivencia religiosa. Y tienes muchos altibajos en tu vida porque te falta la conexión que te “religue” (religión) con el Trascendente, hecho visible en los signos que él mismo ha establecido para que la humanidad esté en sintonía con El: los sacramentos.

Un pequeño grupo que había visitado centros y parroquias de vida intensa, constataba que aquella juventud era feliz en su trabajo, en su diversión y en el equilibrio que asomaba que se detectaba en su forma de expresarse y en su modo de valorar todo cuanto ocurre y pasa.

 Lo primero que hizo Santo Domingo Savio, muerto a los 15 años, fue buscar a un director de su alma. Se encontró con un sacerdote, D. Bosco, que supo orientarlo poco a por la autopista de Dios. Sí, amigo, sí. Y no se estrelló contra nadie.  

Simplemente hizo algo extraordinario: Vivir la vida alegremente. Grita, salta, corre, baila...con tal de que la alegría sea en ti el sello de tu identidad cristiana. Tan es así, que, en lugar de aislarse y pensar como tú piensas, que el tema del alma es cosa tuya y de Dios, él se entregó a formar el Grupo o Sociedad de la Alegría. Misión: Que nadie estuviera triste en su vida interior. La exterior se pone alegre en seguida por las copas y el éxtasis. Pero no dan perseverancia ni consistencia para forjarse una fuerte personalidad cristiana y humana.  

Terminado el estudio de la encuesta, los animadores se vieron contentos porque existen jóvenes que viven esta dirección espiritual, este contacto con el médico de sus almas. Y van- en general- muy bien en sus estudios, trabajo y en sus relaciones con los demás.

Tan sólo así puedes progresar en tu amplia y rica vida de creyente. Lo demás es una pamema que haces a los 10 años y se acabó. Una pena. Anímate  y cambia tus estrechos derroteros. ¿No eres joven? Busca horizontes nuevos.