Postal a los jóvenes

El legado de los archiveros

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Cuando hace poco tiempo salió a la luz el trabajo ingente de los archiveros españoles, la sorpresa sacudió mi ser entero.
Fue entonces cuando- como despertándome de un sueño profundo-, comprendí el alcance de estos hombres y mujeres que han dejado su huella humana y cultural reflejada en la obra monumental titulada Historia de las diócesis españolas. Nada menos que 25 volúmenes.

Y al contemplar y echarle aun vistazo a esa obra monumental, entendí a la perfección el trabajo de estas personas. Seres que nos hacen presente el pasado trascendido a la actualidad como una ola del mar avisa que viene la siguiente.

Un sentimiento de gratitud para quienes han estudiado, conservado y puesto al día nada menos que los archivos de las 23.000 parroquias que hay en España.

PASADO Y PRESENTE

La luz de España recobra así todo su esplendor. Y con la aportación inestimable de estas personas, cualquiera que viva y ame el presente tiene la posibilidad de sumergirse en el pasado, razón y cimiento de la vida cultural que hoy invade nuestro país.

Todo historiador, investigador o estudioso encuentra en esta obra los cimientos religiosos y culturales que la Iglesia ha llevado a todo el mundo desde nuestro suelo hispano, permeado todo él de una profunda religiosidad, al igual que el resto de Europa.

La Iglesia, en los avatares de estos más de veinte siglos, ha vivido y sigue viviendo las dos dimensiones del pasado y del presente con una vitalidad increíble y encomiable. Desde el instante de la Encarnación hasta hoy, la Iglesia mantiene el fuego de la hoguera cultural y religiosa como monumento vivo conservado y reavivado en sus tesoros artísticos, históricos, literarios y documentales de ayer y de hoy.

SUS ARCHIVOS SUPERAN A LOS CIVILES

No hace falta recordar, al amigo lector, que los archivos de la Iglesia superan en varios siglos la antigüedad de los civiles.
Hoy, en esta “aldea global” en la que nos insertamos, nos llega con suma facilidad a nuestro alcance todo este caudal ingente de información y documentación.

Sí, porque la Iglesia no está cerrada- como creen algunos de nuestros políticos actuales o de quienes tienen otro estilo de pensar-, sino que está abierta y ofrece todo su patrimonio cultural y religioso a quienes deseen indagar en las raíces de todo cuanto ocurre ahora.
Por eso, imagino que todos los interesados se van a sentir felices por este regalo en el que se puede apreciar el alto valor de esta socialización de la cultura religiosa.

ATAQUES INCOMPRENSIBLES

Si todos los que en estos días atacan despiadadamente a la Iglesia Española se detuvieran en leer y saber todo el bien que ha hecho y hace a nuestra patria, quizá no fueran tan duros en sus embestidas.
Menos mal que la Iglesia, esposa y depositaria de los tesoros de Dios, sabe aguantar estos zarandeos y acosos que sufre por todos sus flancos.

Si fuera una sociedad- como otras tantas que ella ha visto vivir a su lado, y que han desaparecido-, no estaría vivita y coleando con la novedad y el empuje renovador de siempre.

A medida que se siente desprestigiada, perseguida y zaherida resurge con nuevo vigor. Los creyentes y quienes se dedican a la Historia lo saben muy bien.
Nunca ha estado desligada de la cultura y de la encarnación en cada pueblo y cultura.

Por eso, al terminar, quiero tributar mi homenaje y gratitud a los archiveros que han hecho posible que esta obra monumental aparezca justo ahora cuando- una vez más- la Iglesia se siente atacada por quienes no se adecuan a la verdad evangélica que ella dice en voz alta y ante cualquiera y sin miedo.
Ellos desaparecerán. Ella seguirá adelante hasta el fin del mundo anunciando el mensaje liberador, y aportando la cultura que dimana de sus artistas creyentes.