Postal a los jóvenes

La indiferencia mata

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 



Si está atento a la tele, a la radio, a Internet o a la prensa  escrita verás que casi todo lo que hablan de  la parte negativa que habita en el ser humano. Y me pregunto y te preguntarás: ¿No hay más noticias que tengan al menos una carga humana para que nos veamos reflejados en ellas?

 

Si no tienes cuidado, la indiferencia pude causar daño en tu alma. Sí, no lo dudes. Puede adquirir una de las enfermedades más graves que asolan a la humanidad. Ya has averiguado el nombre. Tiene por título la indiferencia.

 

No hay ni un solo día en que se nos hable de catástrofes. De eso viven los medios de “mala comunicación”. ¿Por qué silencian a los millones y millones de hombres, mujeres y niños a los que les asalta cada año la enfermedad?

¿Hablan alguna vez de la lepra y de la tuberculosis, las dos enfermedades de la  pobreza que como hachas de muerte siegan la vida de muchos sin que se hable para nada de esta noticia. Es que no se vende. ¿Qué es lo que se vende entonces? Lo malo, lo porno, lo escabroso...

 

¿Por qué novan los reporteros a Africa, Asia, América latina...para hacer reportajes auténticos y verídicos sobre este mundo que sufre? Se va a Irak. Es lo actual, es lo que se vende mejor.

 

Os pido que os acerquéis a la Fundación del Padre Damián. Ni te suena. Pues mira, desde los años 80 está luchando contra la lepra y la tuberculosis. Lo lleva a cabo en 17 países con miles de personas que les ayudan gratis. Y estos seres humanos se sienten felices porque, en la medida que vuelcan su corazón con los necesitados, mas amor nace en sus corazones.  Y no son divos ni famosos para los dichosos medios de “mala comunicación”.

 

Pero hay Alguien que les ayuda a triunfar. La Providencia encarnada en  personas que tienen alma y cuerpo y nombre propio: los bondadosos, los que, sintiéndose hermanos de los hermanos, dan parte de sus bienes o todos para que salga airoso por los cuatro vientos del cielo el amor desinteresado.

 

ENLACES

 

Los jóvenes de las parroquias, colegios, institutos y los movimientos de jóvenes creyentes son enlaces importantes y a ellos se unen cada día más personas de todas las confesiones y  fronteras que anhelan ayudar a esta fundación y a otras.

 

Todas persiguen el bien de los humanos. Intentan que sean los médicos quienes se acerquen a los enfermos y no al revés.

 

Siguiendo la imagen de este sabio de los leprosos, san Damián de Veuster,  los seguidores luchan a favor del hombre. Y anuncian que la simple cantidad de 40 euros es suficiente para salvar una vida!

 

Como esta ONG hay muchas otras a lo largo y ancho del mundo. Su trabajo y su amor se anuncia con titulares de oro en el corazón de los que sienten su ayuda. En ellos ocupan los primeros titulares.

 

Jove, adulto o mayor: Déjate de tantas quejas y aporta de ti lo mejor de ti mismo. Si es dinero, bien; si es tu aportación personal, mejor; si es  tu sensibilidad ante los seres humanos- tus hermanos- super.

 

Y, termino, no te hagas indiferente por los casos y malas noticias de los “malos medios de comunicación”. Escucha, ve y participa en otros en cuya bandera late el amor de Cristo, el que consuela, asiste y ayuda sin pedir nada a cambio.

 

Te recuerdo que, al final de tu vida, se te juzgará por el amor. No por tus quejas y  lamentos ante lo que te circunda y ante todo lo que en ti causa el mal terrible de la indiferencia.

 

 No mates, ayuda a vivir.