Postal a los jóvenes

La confianza es una palabra clave: Resurrección de Cristo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

        

La <<confianza>> es una palabra clave en la vida de la persona. Es quizá una de las palabras más humildes, más cotidianas que existen, pero al mismo tiempo una de las más esenciales.

          En lugar de hablar de <<amor, de ágape>>  o incluso de <<comunión>>, de <<koinonía>>, que son palabras voluminosas, es mejor hablar de <<confianza>>, pues en la confianza  están presentes todas estas realidades. En la confianza está el misterio del amor, el misterio de la comunión, y finalmente el misterio de Dios como Trinidad.

          En la medida en que nos dejamos llevar por la angustia de la muerte, la fascinación de la nada y, en última instancia, por la muerte y el suicidio, no hay confianza. Pero estamos todos englobados en el misterio de la resurrección, pues Cristo nos engloba a todos en su humanidad que es al mismo tiempo personal y universal. Esto se ha olvidado con frecuencia, aunque en la gran teología cristiana, la teología de os Padres griegos por ejemplo, resulta evidente que cuando se dice que Cristo toma la naturaleza humana, se  quiere decir que toma toda la humanidad en él.

          No hay ningún ser humano que este fuera de Cristo: él está unido a todo ser humano, todo ser humano está incluido en el misterio de a resurrección. Sólo  que hay quienes - los cristianos - y dan gracias por ello, y quienes no lo saben todavía.

          Si partimos de este misterio, en el fondo de nosotros mismos, poco a poco, en el crisol del corazón, la angustia y la muerte será reemplazada por la certeza de a resurrección, por la alegría de la  resurrección. A partir de este momento, ya no tendremos la tentación de proyectar nuestra angustia sobre el otro, hacer del otro un chivo expiatorio de nuestra angustia o el objeto de una servidumbre.

          Podemos amar al otro, tener  confianza e irradiarla, porque sabemos que nunca moriremos, y que podemos decir al otro: <<Tú nunca morirás. Tú has resucitado en Cristo. Tú has resucitado por el poder del Espíritu Santo>>.

          Dar nuestra confianza no quiere decir que no seamos lúcidos. Nosotros confiamos con lucidez, sabiendo que atravesaremos quizá una experiencia de muerte, pero que, puesto que Cristo ha resucitado, esta experiencia de muerte no tendrá la última palabra.

          Podemos tener confianza, incluso en los momentos más difíciles, porque sabemos que más allá de las apariencias, la resurrección tendrá la última palabra, y que, en consecuencia, la confianza tendrá la última palabra.