Postal a los jóvenes

La actualidad de los Diez Mandamientos (II)

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB 

        

3)  Acuérdate de santificar las fiestas

 

          Lejos de ser un movimiento de retirada o de separación, la santidad del Dios de  la Biblia le incita a salir de sí mismo para buscar una relación con quienes El ha creado. A  través de esta relación con el Otro, el ser humano descubre su verdadera identidad. Más aún, la Biblia nos revela un Dios que busca comunicar su propia santidad a quienes encuentra y libera... La existencia del pueblo cristiano formado por Dios será desde su fundación un signo de la presencia de Dios en el seno de la historia humana

          Cuando llega el domingo, día del Señor, la idea que predomina en  la vida de un creyente cristiano, es dedicar el día a honrar al Señor, a tener en familia un encuentro especial  con El.

          Es el momento, dice el Papa, de la intimidad de Cristo y su  esposa la Iglesia, signo visible de la presencia de Dios entre nosotros.

          El hecho de participar en la Eucaristía o Misa se comprende a la luz de esta experiencia espiritual y religiosa.

          Hay personas que han perdido esta dimensión trascendente. Y el domingo se dedican a su tiempo libre, al chalet, al viaje, a la playa, al campo. A todo, menos a cultivar su espíritu religioso. Una pena.

 

          4. Honra a tu padre y a tu madre

         

          La Biblia no pide únicamente el respeto y la obediencia debidos a los padres, sino también la justa obligación de ayudarlos y cuidarlos cuando  ya no puedan valerse por sí mismos. Este mandamiento, dice Juan Pablo II, afecta indirectamente también a los padres y a las madres. Si el mandamiento les dice a los hijos: "¡Honra!," también les dice a los padres:    "¡Procura merecer el honor!"

          Uno de los grandes problemas que afecta a la sociedad familiar es la falta de diálogo entre padres e hijos. Para muchos hijos, la casa es una pensión en la que se duerme, se da de comer y se entrega dinero. Es un lugar seguro. Y, aunque los chicos/as españoles  valoran mucho a la familia, sin embargo la realidad existente entre sus miembros no es la desear.

          Hay hijos que pasan de sus padres. Son generaciones distintas. Los padres buscan que no sufran nada, no les falta de nada para que no les ocurra como a ellos en otros tiempos.

          Pero si en casa no hay valores que sustenten las relaciones, sobre todo cuando los hijos se hacen adolescentes y jóvenes, la problemática es todavía peor.

          Los padres son los primeros educadores de una familia. Si ellos no educan, la escuela y la sociedad no puede remediar este mal.