Postal a los jóvenes

Evangelizadores en una aldea global

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB   

          

La urgencia de entrar en la sociedad de a comunicación con mayor vigor proviene del hecho de que la información y la comunicación, mientras ocupan un lugar cada vez más persuasivo en la vida  del hombre, parece que se convierten en una Babel, donde la gente de un único pueblo y lengua no logra entenderse. Al contrario de lo que sucede en la plaza de Jerusalén, donde el Espíritu inspiró un mensaje comprendido unitariamente por gente de diversos pueblos y lenguas.

          En efecto, se dicen muchas cosas y se llega a muchos con la comunicación social, pero la interpretación de hechos y de aspectos importantes de la vida es muchas veces dispersa y contradictoria. Hay, pues, necesidad de orientar hacia la unidad de cuanto de bueno hay en ella.

          ¿Cómo ser educadores-evangelizadores en una aldea global de esta dimensiones? ¿Cómo resultar eficaces cuando muchos maestros coinciden en la formación de los mismos  jóvenes pero con propuestas diferentes entre sí?

          El problema no está en el hecho de usar instrumentos, sino en la capacidad de expresarnos adecuadamente a través de ellos. Inmersos en una red universal, estamos llamados a crear, a intercambiar, a almacenar conocimientos y riquezas culturales que se van haciendo patrimonio común.

          Una persona y un pueblo son tales porque son capaces de producir cuanto es necesario para conocer y ser conocidos; porque saben aprender de los demás lo que sirve para vivir y saben ofrecer a los demás cuanto puede ayudar a vivir mejor; porque son capaces de acumular  informaciones, noticias y experiencias que construyen la propia historia, y sirven para  caminar hacia un futuro.

          Hay un patrimonio de informaciones, de conocimientos e imágenes útiles que se transmite. Pero la comunicación social actual puede llevar, si no se conocen bien sus leyes, a descuidar tanto lo que es importante, como a olvidar lo que, con anterioridad se ha elaborado con un gran esfuerzo.

          La Exhortación postsinodal de Juan Pablo II (14 septiembre de 1955) afirma: << Los medios modernos de comunicación no son solamente instrumentos de comunicación; son también un mundo que hay que evangelizar. Acerca de los mensajes que pueden transmitir, se debe tener presente que sirvan para propagar el bien, la verdad y la belleza. Prestando atención a los Padres del Sínodo, manifiesto mi inquietud en lo que respecta al contenido moral de muchos programas que los medios de comunicación difunden en el continente africano... Todo cristiano debe preocuparse de que los medios de comunicación sean un vehículo de evangelización...Los medios en sus formas modernas ejercen un gran influjo que supera todas las fronteras>>.

          Si aprendes a conocer los medios, interpretarlos y criticarlos, ya estás en camino de poder evangelizar a todos aquellos otros que se tragan todo y disciernen  poco o nada.